Todo empezó hace diez años cuando arrancamos el proyecto Ses Sucreres, un pequeño hotel de 6 habitaciones situado en Ferreries un pueblo olvidado de los circuitos turísticos pero con mucha vida. Ses Sucreres representó entonces un lugar nuevo y diferente en un momento en que este tipo de alojamiento aún no existía en Menorca.
Asumimos pues el espíritu visionario de nuestro enfoque inicial marcado por un profundo deseo de salir de los modelos convencionales seguidos por los alojamientos hoteleros clásicos.
Entonces vivía en nosotros un espíritu emprendedor, creativo y sin duda aventurero que nunca nos ha dejado ya que hace 3 años abrimos un nuevo espacio llamado Hevresac, un nuevo alojamiento de 8 habitaciones situado en Mahón, la capital de la isla.
Estos dos proyectos se definen por la libre expresión de nuestra creatividad aplicada a la reflexión que nos hacemos sobre el significado de la palabra hospitalidad.
Nuestros espacios son sinceros y sin pretensiones, locales y globales a la vez, dedicados a mentes inquietas y abiertas sobre el mundo.