Aquí nos encontramos muy lejos de las temperaturas extremas del invierno, pero el sonido del fuego crepitante en la chimenea es tan agradable que no hay ningún motivo para esperar a la Tramuntana y encenderla.
Aquí no es el blanco que predomina sino el verde y el azul.
Ya empiezan a aparecer flores de primavera.
Estos días el sol brilla y es una delicia … Al igual que el fuego que crepita en la chimenea.