Es verdad. Los viajes son el mejor antídoto contra los prejuicios. Si ya no podemos viajar qué pasa? Edificamos barreras aún más altas entre nosotros y el mundo? Nos llenamos aún más de prejuicios?
Y si este obstáculo nuevo representa una oportunidad para interesarnos más de cerca por la g e n t e que nos rodea, la gente que vemos cada día pero con quien no nos hemos fijado realmente, sinceramente, hasta ahora. Qué tal tus vecinos, qué tal la señora de la panadería, qué tal tu hija, qué tal tu hijo, que tal tu pareja, qué tal tus padres? Seguro que todas estas personas te pueden explicar muchas cosas de su vida. Aunque sean sólo anécdotas.

Si sabemos escuchar con otro oído, con una atención y una intención nuevas también abrimos nuestra mirada. Interesarnos a la gente más cercana también nos ayuda a combatir prejuicios.

Todo es cuestión de  c o r a z ó n.

All rights reserved Salient.